miércoles, 22 de diciembre de 2010

Lifting sin cirugía

Hoy he terminado, y antes de lo que pensaba, mi autoregalo de Navidad, un chal con la lana que me regaló Iria, una alpaca finita y muy suave.
Un chal que parece más complicado de lo que realmente es. La primera parte es adictiva; más tejía, más quería seguir para ver el resultado. La segunda, la parte de los nupps (las bolitas), un poco complicada para tejerla viendo la tele, hay que estar muy pendiente de que no se escape nada.
Pero lo que más impresiona, es lo que cambia al bloquearlo. Para quien me lea sin ser tejedor@, bloquear significa estirar el tejido y hacerle vudú con alfileres, generalmente sobre un puzzle de goma, para que se "abra" y se vea bien el dibujo.
Esto es un chal recién salido de las agujas:
 Y esto es lo que pasa después del lavado y el vudú:




Con el teléfono al lado, se puede ver lo que es capaz de crecer un chal.
¿A que no parece que sea lo mismo?

5 comentarios:

  1. pero bueeenoooo!! tú eres súper veloz!!! Es precioso!! Me alegra que la lana llegase a punto para el Echo!

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  2. Sencillamente precioso. felicidades

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  3. Gracias chicas! la verdad es que lo hice con la 5º puesta, la última noche me quedé despierta hasta las 4 de la mañana (aparte de tejer tengo problemas de insomnio). De la lana, me sobró un puñadito, menos mal que no hice otra repetición de flores!!!

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  4. Vinga que t'ajudarà a passar el Nadal en familia. :-)

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  5. Qué bonito!! es el Echo?? creo que al final no voy a poderme resistir a tejerlo, cuanto más lo veo más me gusta!!!

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